12 febrero, 2008

Québec (2)

Hasta ahora sólo os he contado una tercera parte del viaje a Québec. Más bien lo que fue el transcurso del viaje y lo que hicimos hasta las 9 de la noche. Una vez en el hotel, y después de haber descansado y demás, comenzamos a discutir sobre qué ibamos a cenar. Yo y mis compañeros estábamos cansados por lo que decidimos tirar de teléfono y pedir que nos trajesen unas pizzas al hotel. Sí, pizzas.. Pedimos unas pizzas de jamón, champiñones y extra de queso que iban a tardar 45 minutos. Le pedimos por favor que no queríamos nada de Pepperoni (el tipo dijo, si sí tranquilos). No sólo tardaron un poco más del tiempo dicho, sino que encima llegaron frías, nos cobraron 78$ (65$ de las pizzas + 12$ propina obligada = TIP).

Entre risas y vaciles, decidimos tomárnoslo con filosofía y disfrutar de las pizzas más caras de nuestra vida. Una vez abierta la caja en la que venían, no sólo no encontrabamos jamón por ninguna parte, sino que estaba llena de lonchas y más lonchas de pepperoni por todas partes. Para que os hagáis una idea. La base con tomate, y por encima de eso, todas las rodajas de pepperoni que te pueden llegar a entrar una encima de la otra, 3 cosas que parecían champiñones por pizza y bastante queso (en queso no escatimaron). Como os podéis imaginar, nos había hecho una vez más la del guiri.. Yo no sé qué coño entienden aquí por jamón. Le pedimos pizza con jamón y nada de pepperoni y el tío dijo "sí sí tranquilos, nada de pepperoni". (Nota: Para todos aquéllos que estéis pensando que fui yo mismo quién hizo el pedido, he de deciros que no. Mi nivel de francés es bastante bueno, pero confiamos tal tarea a Loïc, un francés natal para no tener ningún tipo de problemas).

No sólo eran las pizzas más caras de nuestras vidas, sino que encima eran las peores pizzas que hemos comido en nuestra vida. (Frías, con put* pepperoni que lo odiamos y aquí lo usan para todo). Después de la magnífica cena, teníamos preparada una Soirée en una de las discotecas más prestigiosas de Québec; Maurice Night Club.

Un lugar impresionante, compuesto por 3 salas y decordado hasta el más mínimo detalle. . Debíamos ir bien vestidos y nos preparamos para la ocasión con nuestras "mejores galas". Buena música, gente guapa y buen ambiente formaron parte de una noche divertida en pleno centro de Québec.

Monsieur Alex et Monsieur Oscar

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