Este post quiero dedicárselo a 3 grandes amigos míos (Telmo, David y Alex). Estar en Honolulu, cuna del surf, sé que es uno de sus sueños (espero y quiero que algún día lo cumplan) y cómo no debía de coger unas olas en su honor. Según terminamos de desayunar nos dirigimos a la playa para poder descansar y relajarnos un poco. Nada más llegar a la playa ví que había un puesto de alquiler de bodyboard a un precio de risa. 10$ hora con aletas. Sinceramente ni me fijé si había olas o no pero no se apreciaba que había muchas olas y había bastante gente en el agua. La playa en la que estuve era la más cercana al hotel y l más turística; Waikiki Beach.
Recordando mi juventud deciros que me desenvolví bastante parecido a como lo hacía antaño. No soy ninguna maravilla, más bien todo lo contrario. Simplemente me dedico a bajar las olas, dejarme llevar por el escape y disfrutar de esa sensación que sólo la sientes cuando estás ahí, en ese momento, con la brisa pegándote en la cara y disfrutando de todo lo que te rodea...
Una vez con todo el kit encima, las risas de mis compañeros de aventura e impaciente cual niño que recibe un regalo envuelto y lo quiere abrir cuanto antes me dirigí al agua. La verdad que no había muchas olas y no acababan de romper o rompía raro. 1 metro de nivel de agua de los cuales la mitad era una superficie de rocas.. El panorama se mostraba "Caution" pero con un poco de cuidado y tomando las medidas oportunas nada iba a estropear el momento.
Después de remar de un lado para otro buscando un pico que me permitiera coger una ola, en una hora sólo conseguí coger 3 olas de las cuales sólo 1 fue en perfectas condicines y pude disfrutar de una derecha larga que no alcanzaba el metro de altura. En Hawaii o en La Zurriola, hay cosas que nunca cambian.. Con un poco de impotencia a la vez que satisfacción, mi hora de surfing había terminado.
Espero volver a repetir la experiencia, esta vez será con un tablón, como manda la tradición y acompañado del resto de mis compañeros y amigos de aventura. La escena promete risas, caídas y sobre todo diversión.
Una vez con todo el kit encima, las risas de mis compañeros de aventura e impaciente cual niño que recibe un regalo envuelto y lo quiere abrir cuanto antes me dirigí al agua. La verdad que no había muchas olas y no acababan de romper o rompía raro. 1 metro de nivel de agua de los cuales la mitad era una superficie de rocas.. El panorama se mostraba "Caution" pero con un poco de cuidado y tomando las medidas oportunas nada iba a estropear el momento.
Después de remar de un lado para otro buscando un pico que me permitiera coger una ola, en una hora sólo conseguí coger 3 olas de las cuales sólo 1 fue en perfectas condicines y pude disfrutar de una derecha larga que no alcanzaba el metro de altura. En Hawaii o en La Zurriola, hay cosas que nunca cambian.. Con un poco de impotencia a la vez que satisfacción, mi hora de surfing había terminado.
Espero volver a repetir la experiencia, esta vez será con un tablón, como manda la tradición y acompañado del resto de mis compañeros y amigos de aventura. La escena promete risas, caídas y sobre todo diversión.
2 comentarios:
aloha tory!!!! k decir... k disfrutes mucho y haber si vuelves enganchao al longboarg!!!!
rocco
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